El Palacio de Navarra, conocido popularmente como
la Diputación, es la sede del Gobierno autónomo. De estilo neoclásico, una de sus fachadas mira al monumento de los Fueros en el paseo de Sarasate, y la otra a Carlos III y a la Plaza del Castillo.
La
fachada principal está rematada por un
grupo escultórico de Fructuoso Orduna (1951) que incluye el escudo de Navarra flanqueado por dos hombres: un montañés y un ribero. En sendas hornacinas se encuentran las figuras en bronce de los reyes Sancho VII el Fuerte y Sancho el Mayor. Los porches de esta fachada muestran aún efectos de un bombardeo durante la Guerra Civil española.
El jardín, enrejado y colindante a la fachada principal, está presidido por el antiguo Archivo General. En él se alza
el árbol más alto de la ciudad: una sequoya de 37 metros de altura y siete de perímetro. Tiene siglo y medio de edad y fue traído desde América por José María Gastón y de Echevetz, quien la plantó en los jardines de Palacio al ser elegido diputado en Cortes de 1855.
La
otra fachada, más reciente, obra de los arquitectos hermanos José y Javier Yárnoz, da a la avenida Carlos III, frente al Teatro Gayarre. Se creó para abrir la zona a la Plaza del Castillo. Su sobria estructura es similar a la principal.
En el interior, una
interesante colección de pinturas y murales, la mayoría fechadas en los siglos XIX y XX, que representan diferentes momentos de la historia de Navarra, recorren las salas y pasillos de este edificio de tres plantas. Así, en el
Salón del Trono, en la planta noble, adornado con mármoles, terciopelos, cristales, escudos, espejos, arañas, candelabros, estucos dorados, jarrones y otros elementos decorativos, se pueden apreciar ocho óleos de Francisco de Aznar, Alejandro Ferrant y Constantino Corona, además de 32 retratos de cuerpo entero de los reyes de Navarra y otros cuadros y tapices del siglo XVII también de tema histórico. La estancia cuenta además con una Capilla, antiguo gabinete regio.
La
planta noble se completa con el Despacho el Presidente; la Antecámara, con un retrato del Príncipe de Viana; el Salón de Presidentes, el Salón Verde, Salón de Sesiones y Salón Isabelino. La mayoría de los lienzos y murales que se exhiben en el Palacio representan a reyes y hombres ilustres. Además del
retrato de Fernando VII de Goya, destaca el de la reina María Cristina o el de Isabel II niña de Antonio M. Esquivel.
Todos los días a las 12 del mediodía, el magnífico y señorial reloj de Diputación interpreta el
Himno de Navarra, melodía que se escucha con viveza desde las calles adyacentes, que conforman una de las zonas más comerciales y transitadas de la ciudad. Un reloj muy cantarín, ya que tanto en Navidad como en
Sanfermines interpreta
villancicos o estampas navarras, según lo requiera la ocasión.